El ex juez de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Raúl Zaffaroni, presentó el libro "Morir de cárcel" desde la plataforma virtual de Zoom y con la presencia del periodista Horacio Verbitsky y la ex diputada Diana Conti señalaron las problemáticas de las cárceles de América Latina, haciendo hincapié en los riesgos que se acrecentaron en tiempos de pandemia de coronavirus.
El libro reúne los testimonios de juristas de distintos países. Por Argentina, figuran, además, Alejandro Slokar y Daniel Erbetta; por Brasil, Luciana Simas; y por México, Fernando Tenorio Tagle.
"La pandemia pone de manifiesto y agrava situaciones que ya venían planteándose seriamente en la pre-pandemia. Cárceles degradas en campos de concentración en Brasil", aseguró el juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (IDH).
Y agregó que "hay un mal crónico que es el alto porcentaje de presos sin condena que siempre tiene la región, están en prisión preventiva, es una medida cautelar. Primero la pena y después la condena".
Es en ese marco en el que Zaffaroni destacó una problemática que "se agudiza por la pandemia". "Hay superpoblación y se puede convertir en bombas virósicas que se pueden trasladar a la sociedad y colapsar los sistemas de salud, que es lo que los gobiernos tratan de evitar".
Por otro lado, apuntó a "caranchos" que quieren privatizar sistemas carcelarios: "Cada vez que hay una crisis penitenciaria aparecen unos caranchos de los cuales hay que tener muchos cuidado. Son los que vienen a vender cárceles, es una privatización de las cárceles que son carísimas y es un negocio, se lo vendieron a Pinochet".
A su vez, el juez consideró que construir más cárceles, por la experiencia de Naciones Unidas, muestra que "no hay en el mundo celda vacía". "Cuantas más celdas hay, más presos hay. Y habrá más cárceles".
Por último, se refirió que más allá de los homicidas y violadores y de "los pibes chorros" están los que están presos y no deberían". Y citó los casos de Milagro Sala y en Bolivia, "el ex ministro de Interior de Evo Morales, que está preso teniendo problemas cardíacos, siendo diabético y con problemas renales". "En América Latina pasan estas cosas. Hay 1300 migrantes en Panamá que están presos, tienen una superpoblación del 850%, es desesperante. Ninguna de esas personas cometió ningún delito, simplemente son migrantes. Eso pasa en nuestra región", argumentó.
Para Verbitsky, la pandemia opera como un "luminol" sobre un uso vergonzoso de normas, que deriva en una situación carcelaria brutal e indigna. Destacó como auspicioso la designación de la "extraordinaria" "Malala" Garrigós de Rébori en el ámbito del Servicio Penitenciario Federal a partir del espionaje macrista denunciado en la justicia.
En el encuentro virtual que reunió a más de 300 participantes la Comisionada Diana Conti destacó al abismo entre el ser y el deber de las cárceles, a la vez de hacer especial hincapié en la responsabilidad de los jueces.
J.D. / M.C.